En el marco de la 60 edición del Festival de Documentales y Cortometrajes de Belgrado, hemos tenido la oportunidad de conocer y entrevistar a Iosu López, uno de los directores del documental “La Alfombra Roja”, seleccionado en este festival.
En los “slums” de la India viven 158 millones de personas. Cada uno de ellos tiene un sueño. Rubina es una niña de dichos “slums” que cumplió uno de sus sueños del que tuvo que despertar muy pronto. En efecto, actuó en la película “Slumdog Millionaire” de Danny Boyle, ganadora de ocho Oscars. “La Alfombra Roja”, un documental sencillo, sincero y socialmente activo trata de un tema social actual muy importante. En efecto, es la historia de gente que vive en condiciones de extrema insalubridad en cientos de barrios chabolistas en la India. Millones de niños juegan y se divierten entre basura, vacas, ratas y excrementos. Garib Nagar, en el distrito de Bandra, en Bombay, es el hogar de Rubina, una niña de 12 años que sueña con llegar a ser actriz y convertirlo en un lugar limpio y habitable.
Su documental, “La Alfombra Roja”, está siendo seleccionado en el circuito de festivales de cine internacionales como por ejemplo el Festival Internacional de Cine de Toronto o el Festival de Documentales y Cortometrajes de Belgrado, ¿Cómo percibe este éxito de su obra?
Iosu López.: La verdad es que estamos muy contentos, tanto yo como Manuel Fernández, con quien he codirigido este documental, por la acogida que está teniendo “La Alfombra Roja” en el circuito de festivales internacionales. El hecho de tener en los primeros cinco meses de circulación un premio, dos menciones especiales y más de quince selecciones en festivales de países como Canadá, Serbia, México, España, Italia, Moldavia, Suecia, Suiza… es una alegría enorme. Lo que más nos interesa de haber realizado este cortometraje, más allá de que puedan verlo el mayor número de espectadores, es mostrar la situación que viven muchos niños en “slums” o barrios de chabolas en la India, qué sienten, eso sí, siempre desde un punto de vista positivo y no victimista. A pesar de las condiciones en las que viven muchos indios en “slums” de ciudades como Bombay o Delhi, más de 150 millones en todo el subcontinente asiático, también encuentran su parcela de felicidad.
¿Cuál fue la inspiración para hacer un documental sobre Rubina?
I.L.: Inicialmente, Manuel Fernández, con quien he codirigido este cortometraje documental, me planteó la idea de hacer un documental sobre las escuelas de actores de Bollywood, en aquel momento yo estaba trabajando en Nueva Delhi (India) como corresponsal de la agencia española de noticias EFE. Esa idea fue mutando mientras investigábamos sobre el tema y después de darle varias vueltas terminamos centrándonos en la biografía sobre la vida de Rubina, una niña de 12 años que vivía en un “slum” de Bombay, y que descubrimos en una librería de Delhi. Cuando leímos el libro supimos que la historia estaba ahí, nadie había hecho un documental sobre la vida de esta niña que en un momento fugaz fue famosa mundialmente y en pocos meses volvió al lugar del que había salido.
¿Ha sido Rubina un pretexto para denunciar las condiciones de vida insalubres de los “slums” de la ciudad de Bombay?
I.L.: En cierta manera el documental pone su foco en cómo es la vida de millones de indios, muchos de ellos niños, en los barrios de chabolas o “slums” que existen en muchas urbes de la India. Es cierto que las condiciones de vida son objetivamente muy mejorables en muchos ámbitos: salud, limpieza, gestión de residuos… sin embargo, no pretendemos que este trabajo sea un cortometraje paternalista en el que un occidental te diga lo que está mal y cómo hay que hacer las cosas. Al contrario de lo que algunos occidentales pueden pensar, en estos entornos de “pobreza”, además de dificultades, también hay seres humanos con mucha riqueza y alegría.
Su cinta trata de un tema social actual muy importante, ¿Cree que con ella podrá sensibilizar un poco más al mundo para empezar a hacer cambios?
I.L.: Sabemos que con una película no se puede cambiar el mundo pero sí que se pueden mover pequeñas piezas que contribuyan a ello. Por ejemplo, entre las actividades que barajamos realizar está dar algunas charlas en escuelas para mostrar a los niños españoles en qué condiciones viven otros niños a miles de kilómetros de distancia. Abrir un diálogo a través del documental ya es un pequeño granito de arena. Muchos de los niños de nuestro país que lo han tenido prácticamente todo muchas veces no dan valor a lo que tienen, a lo que aquí consideramos básico y que en otras latitudes es vital para sobrevivir.
Es muy noble haberle dado la oportunidad a Rubina de dar un paso más hacia su sueño. En el caso de éste se haga realidad y ella se convierta en una acostumbrada de la alfombra roja, ¿Volverá a hacer un documental sobre ella?
I.L. Ojalá esto suceda, nos haría muy felices saber que Rubina ha logrado su sueño de ser actriz. Sería la culminación de la idea que ella misma lanza al final del documental. En el caso de que el futuro le depare estas buenas noticias, nos encantaría volver a verla. Lo consiga o no, estoy seguro de que nos volveremos a ver tarde o temprano en la India o en España.
En la espera de ver las vueltas que da la vida y si le llevará de nuevo a Rubina, ¿Cuál es su próximo proyecto?
I.L.: Ahora estamos volcados totalmente con las energías en mover este documental en el circuito de festivales que nos ha costado dar a luz casi dos años desde que iniciamos el rodaje. Hemos contado con la ayuda y colaboración de muchos profesionales del mundo del cine y la televisión que han dado la factura final que buscábamos al cortometraje. Tenemos en mente algunos proyectos pero todavía sin definir, sí que nos gustaría seguir esta senda con una serie de historias en torno a la infancia, la fase de la vida en la que nos modelamos como personas y que marca parte de cómo será nuestra personalidad como adultos.
Note: This interview was published in Yellow Bread’s sister publication, The Film Prospector, in March 2013.
